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Descubriendo un valioso equipo para la depuración de aguas: el rototamiz

Desde Proambiente, queremos hablarte de un valioso pretratamiento para la depuración de las aguas residuales, tanto municipales como industriales: El rototamiz. Este elemento consiste en un cilindro filtrante de las aguas residuales que busca separar los sólidos que pueden llegar a las aguas, evitando que estos pasen al proceso de depuración, cosa que supondría un aumento muy importante de la contaminación del agua a depurar.

¿Qué es el rototamiz?

El rototamiz es un equipo que se emplea para la filtración o tamizado de líquidos en general. Cuenta con luces de corte de 0,15 a 3 milímetros, en las ejecuciones estándar y tiene por objeto separar los sólidos de los líquidos. De esta forma, se evita que estos sólidos pasen al proceso de depuración de las aguas residuales.

Los sólidos pueden ser productos orgánicos, cáscaras, pequeñas semillas, material biodegradable que, si se pueden separar de manera física a través del rototamiz, se evita que pasen a los siguientes procesos de depuración tanto biológicos como fisicoquímicos. Así, se previene una mayor contaminación en las aguas a ser depuradas.

El rototamiz elimina los sólidos como restos orgánicos

Debemos recordar que de lo que se trata es de depurar «aguas» residuales y no a las aguas con los elementos sólidos que llevan en ellas. Gracias al rototamiz es posible quitar muchísima cantidad de contaminación, simplemente haciendo esta separación. Por otro lado, queremos destacar que el rototamiz hace esta separación de forma robusta, sencilla, fiable y adecuada.

Por su concepción, el rototamiz es un dispositivo de funcionamiento autolimpiante. Además, es capaz de operar durante largos períodos de tiempo y sin necesidad de atención por parte de un operario.

Las partes y funcionamiento del rototamiz

Cilindro filtrante

Una de las partes más importantes del rototamiz es el cilindro filtrante, ejecutado, en su totalidad, en acero inoxidable. El cilindro se construye con maquinaria especial, siguiendo un proceso de enrollamiento helicoidal de un perfil de sección triangular, sobre una serie de barras de soporte, que siguen las líneas generatrices del cilindro.

El cilindro se somete a un proceso de soldadura, que aporta elevada rigidez y resistencia. Los puntos de cruce entre el enrollado helicoidal y las barras de soporte son las que siguen este proceso de soldadura y es lo que aporta robustez al rototamiz.

La separación entre las espirales del enrollado helicoidal se determina y regula durante su construcción. De esta forma, es posible determinar la luz de rendija deseada.

El rototamiz es un cilindro filtrante de las aguas residuales que busca separar los sólidos para reducir la contaminación

Además, el cilindro filtrante incorpora en sus extremos, dos discos soldados. Uno de estos discos permite la unión al eje motriz (con acoplamiento directo al motorreductor); el otro disco, permite la unión al eje conducido. Por otra parte, estos discos incorporan, a su vez, cuatro ventanas circulares que son las que desempeñan la función de registro del cilindro, lo que permite su acceso al interior.

La forma en la que se construye este cilindro es fundamental para el rototamiz. Básicamente, porque permite, durante el funcionamiento, que el líquido penetre a través de las ranuras que determinan las espiras; esto efectúa una función de autolimpieza cuando vuelve a pasar por la parte inferior del tambor. También produce que los sólidos de mayor tamaño, queden retenidos en la superficie exterior. En conjunto, se evita la formación de cúmulos en el interior.

Cuerpo del filtro

El cuerpo es una carcasa que se fabrica en acero inoxidable. En la parte delantera del cuerpo se fija el cilindro filtrante a través de soportes de rodamientos, en función del tamaño de la máquina. En el exterior del cuerpo, en uno de sus laterales, se coloca el motorreductor de accionamiento.

Por otra parte, para el paso del líquido a tamizar, el cuerpo incorpora una caja dotada de entrada tubular con brida, encargada de distribuir al líquido en corriente laminar. Para evitar el choque directo del líquido al cilindro filtrante y favorecer su distribución, se coloca, de forma opcional, un deflector atornillado. Además, la captación del líquido ya tamizado la permite un depósito receptor que incorpora, en el inferior, una salida tubular con brida. Esta salida facilita la evacuación del líquido.

En ocasiones es posible instalar un motorreductor de dos velocidades o de velocidad variable

El aislamiento de las cámaras del cuerpo se hace a través del ajuste de dos componentes sobre el cilindro filtrante. Son piezas especiales de polietileno colocadas en los laterales y fabricadas en chapa especial de acero inoxidable o latón y que se sitúa en la caja de distribución.

A ambos laterales del cuerpo, se incorpora un registro que cuenta con un interruptor de seguridad. Este interruptor detiene la máquina en caso de apertura. Coincide, además, con las ventanas circulares del cilindro filtrante y permite la accesibilidad interna al mismo para facilitar la limpieza manual. Cuando se trata de modelos de rototamiz más pequeños, los registros se excluyen por el diámetro reducido del cilindro.

De manera opcional, la caja de distribución puede incorporar en su estructura un aliviadero de seguridad contra el exceso de caudal. Este también cuenta con una salida tubular con brida, que evita desbordamientos del líquido en filtración y que pueden ocurrir por incrementos anormales del caudal o la concentración de residuo.

Rasqueta limpiadora del rototamiz

La rasqueta es una pieza de acero inoxidable que cuenta con resortes, también del mismo material y que se sujeta al cuerpo del filtro. Por sus características de construcción, permite albergar un rascador que se fabrica en lámina de latón y que se ajusta al cilindro filtrante a través de resortes. Estos cuentan con la presión adecuada y, mediante un roce constante y uniforme, realizan el rascado de la superficie exterior.

Con ello es posible hacer una perfecta limpieza de este y expulsar los sólidos retenidos a un contenedor, cinta (serie pequeña) o bandeja de salida (serie media); finalmente, esto conduce y permite la evacuación de los residuos sólidos hacia un sistema de captación.

El rototamiz cuenta con una bandeja de salida que depura los sólidos

En los modelos de serie media y, de manera opcional, es posible adaptar una doble rasqueta limpiadora. Esta doble rasqueta permite retener los residuos sólidos a mayor altura, a diferencia de la rasqueta estándar. La doble rasqueta permite un mayor escurrido de los sólidos que descienden a la bandeja de salida después de perder gran parte de su humedad.

Por su diseño, ambos rascadores permiten efectuar una limpieza, liberando los resortes que se incorporan en sus extremos.

De forma opcional y cuando el líquido lo necesite, existe la posibilidad de acoplar al rototamiz un rascador por cepillo rotatorio motorizado. Este cepillo, en conjunto con la rasqueta limpiadora estándar, y a través de un rozamiento constante sobre el cilindro filtrante (por la forma helicoidal de sus cerdas), desprende los sólidos de forma más eficaz.

Grupo de accionamiento

El rototamiz funciona gracias a un motorreductor que se instala en el exterior del equipo y se acopla sobre el eje del tambor filtrante. Gracias al motorreductor, existe un movimiento de rotación con velocidades que no superan las 10 r.p.m.

En algunas ocasiones, es posible colocar un motorreductor de dos velocidades o de velocidad variable. Generalmente, se coloca cuando las aguas sean de diferente naturaleza y en función de la época del año. Este motorreductor puede instalarse en las fábricas de alimentos (conserveras de pescado o de frutas y vegetales).

Sistema de limpieza interna del cilindro filtrante

Esta pieza es opcional. La limpieza se efectúa por medio de un tubo que se sitúa en el interior del cilindro filtrante. El tubo cuenta con una serie de orificios alineados en su superficie. La limpieza del cilindro se efectúa con esta parte en rotación y proyectando agua a presión sobre la cara interior del mismo. Así, se evacúan los residuos presentes entre los perfiles (en el interior), hacia el exterior.

De forma opcional, es posible incorporar al tubo un cierto número de boquillas que aumentan la efectividad de la limpieza.

En Proambiente, nos enorgullece haber realizado más de 100 instalaciones de este tipo de equipos para efectuar, de forma eficaz, la separación de los sólidos que pueden llegar a las aguas. Así, se evita un aumento de la contaminación que resulta innecesario.

En esta galería, te presentamos instalaciones efectuadas desde Proambiente y nos ponemos a tu disposición para atender cualquier duda o consulta relacionada con el rototamiz, aun cuando ya tengas un equipo de estas características instalado, pues es posible que haya errores al momento de implementar el dispositivo y, con los años, pueden corregirse.

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